Es uno de los artistas humoristas más admirados en el marco del teatro musical y el stand up. Es el protagonista del unipersonal Yo (una historia de amor) en Paseo la Plaza, conduce Demoliendo teles por canal 13 e integra la revista El pasajero en el Teatro Tabaris. Con 38 anos es uno de los actores com mayor formación profesional: estudió comedia musical, teatro, danza jazz, música, acrobacia, clown, canto, danza contemporánea y hasta zapateo americano. Curiosidades de una estrella en ascenso.
Vestido de una forma particular: pantalón blanco bien ajustado, remera manga larga violeta, zapatos de cuero negros bien lustrados y el toque especial es un panuelo blanco con lunares verdes. Gesticula cada palabra. Abre los ojos bien grandes. Levanta las cejas. Sonríe todo el tiempo y da la impresión que puede animar cualquier fiesta con su sola presencia.
¨A otra cosa mariposa", es la frase que caracteriza a Diego Rehinhold cuando algo le sale mal. "En una etapa de mi adolescencia estuve muy deprimido, sin ganas de nada. Me sentía solo y tenía el autoestima bastante bajo. Después de un tiempo me dí cuenta que estar así no me ayudaba en nada, empeoraba. Empecé a salir, a divertirme, a sentirme a gusto conmigo mismo", sostiene Diego y agrega: "Ahora trato de verle el lado positivo a absolutamente todo. Nada de quejas ni de mal humor. Eso no va conmigo".
Diego en el festival internacional del humor
Un artista en casa
La escuela primaria la hizo en una escuela católica del barrio Villa Ortúzar. Para ocupar su tiempo libre, su mamá lo mandó a tomar clases de pintura, donde después la maestra tuvo una intuición que no falló: le recomendó teatro.
¨Tenía nueve o diez años cuando asistí por primera vez. Era bastante raro porque mi familia era muy cerrada, educados de una forma particular. Tenía familiares militares asesinos. Ese tipo de arte no gustaba. Pero afortunadamente mis padres y hermanos siempre me apoyaron, desde chiquito", cuenta.
Pasaron los anos y el taller barrial de Teatro no alcanzó. Tomó clases con diferentes profesores como: Augusto Fernández, Raúl Serrano, Agustín Alezzo y Norman Briski. "En teatro encontraba mi espacio de expresión, mi lugar, mi cable a tierra. Y para mí, un artista con todas las letras tiene que saber hacer de todo. Más en lo que más me gustaba que era la comedia musical. Por eso, paralelamente, tomé clases de canto, música y danza", afirma. A la hora de elegir cúal es su especialidad entre tantas disciplinas Diego agrega: "Disfruto de todo, pero bailar es mi escencia pura. Soy plenamente feliz cuando bailo"
un video de Diego en acción
El reconocimiento olvidado
No pertenece a la gama de famosos que salen en las revistas de espectáculos. Y poco se conoce de su vida privada, casi nada. Pero lo cierto es que brilla en cada actuación, cada musical de Demoliendo Teles y cada baile como pocos. En televisión quizá sea reconocido por su papel en Los exitosos Pells, ese asistente de Martín Pells tan querido que hacía estallar de risa junto a Diego Ramos en cada escena. "Cuando leíamos el libreto después hablabamos de qué cosas cambiar para que sea más divertido. Ahí empezabamos a boludear entre nosotros y así cambiamos escenas con plena libertad de los productores", recuerda.
Reinhold participó en las primeras tres ediciones de Cómico Stand Up y en varios espectáculos, donde se destacó en Mina, ché cosa sei, junto a Elena Roger. "Me interesa recibir buenas criticas y que a la gente le guste lo que hago. Es interesante la magia que se produce entre el actor y el espectador. Para mí sacarle una sonrisa a alguien, ya sea pasando el rídiculo más grande de mi vida, me hace feliz", comenta Diego y además agrega: "Cuando empecé a vivir de esto tenía un representante que me decía que la carrera era como un jugador de fútbol hasta los 28 anos, salvo que seas un modelo o tengas contactos. También te dicen que tenés que salir a hablar en los medios para sostenerte en cartelera. Eso es todo mentira. Si uno quiere ser un verdadero artista, importa el contenido y no el envase".
Una propuesta para redescubrir a Reinhold
YO (Una historia de amor) es su primer unipersonal y se lo puede ver todos los fines de semana en Paseo La Plaza. Además está a cargo de la dirección y es de su coautoría. El actor desarrolla el recurso de actuar con su propia imagen proyectuada. ¨El espectáculo es muy prolijo y apto para todo público. Diria que más que un espectáculo es un show. La idea es profundizar el tema de la pantalla dentro del lenguaje teatral. Es una historia desopilante en donde hablo con mi propia imagen: nos damos un beso, me mata, me multiplico, bailo conmigo mismo. Lo importante es el humor y los números musicales. Hay toda una cuestión acerca de qué ven los demás de mi. Es muy interesante y recomendable", afirma. La imaginación de Diego se puede ver plasmada en este show. Y claramente, es una estrella que brilla en cada escenario que pisa.