martes, 10 de mayo de 2011

Improvisación, teatro y orgullo: Mosquito Sancineto el director y actor de mil caras


Maquillado, con la cabeza completamente teñida de rojo y vestido con una babucha naranja, Fabio Mosquito Sancineto, se despide eufórico de sus alumnos tras dos horas de clase sobre técnica de improvisación, curso que dicta en el barrio de Almagro.


“Enseñar es una forma más de estar conectado con la gente, incluso en el escenario vuelco ideas o anécdotas que me cuentan, y me sirven para crear situaciones cómicas o dramáticas”, explica. Su debut fue hace treinta años en cine y luego pudo optar por el teatro donde se siente más cómodo. Eligió la docencia hace diez años, cuando comenzó como director.
Actualmente tiene una obra en cartel Improvisación Mosquito, en la que además actúa como árbitro de un show en el teatro El Vitral. “Lo extraordinario de esa hora en el escenario es el contacto y el feedback con el público, incluso algunos hombres o mujeres que fueron a ver el espectáculo se animan a subir”. El sistema es así: le dan una hoja a cada persona para que escriba lo que se le ocurra, hacen un sorteo y a partir de un título, frase o palabra hacemos una puesta que dura quince minutos, explica Sancineto que desde hace diez años realiza obras de este estilo.

El escenario es básicamente humor/risa. Se convierten las carcajadas en una constante en cada función y sala donde se presenta el equipo. El público en general es jóven pero como siempre: hay de todo. Algunos llegaron de casualidad sin tener planeado ver un espectáculo de impro teatral y los que visitan seguido los show, algo así como fanáticos del género y de la empatía que se genera entre todos.

Impro en escena:Fragmento de la obra en El Vitral




Enérgico, apasionado y extrovertido, Mosquito demuestra con soltura su travestismo e incluso utiliza el look entre femenino y masculino a diario. “Sé lo que soy y estoy plenamente orgulloso de mí y de lo que elijo, aunque reconozco que muchas veces me río de la homosexualidad en el escenario, cosa que desconcierta siempre a mi terapeuta y a varios”, ironiza el actor mientras se prepara para la función.

Personaje como pocos, Sancineto asegura que pasa horas probando distintas pelucas, maquillajes y vestuarios para adecuar su estilo tanto para los shows como para el teatro. Colorido, elocuente y divertido, se define como único incluso en su forma de vestir: “Soy afortunado, hago lo que quiero y planteo mi imágen como siempre fue: innovadora”, reflexiona el artista mientras acomoda sus brochas y rubores.

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