jueves, 16 de junio de 2011

En busca de la risa perdida

entrevista exclusiva con Liliana Pécora

"El hombre sufre tan
terriblemente en el mundo
que se ha visto obligado
a inventar la risa"

Friedrich Nietzsche

"La gente quiere reirse", afirma Liliana Pécora, la multifacética acriz que hace diez años lleva adelante el Taller de la Risa, un espacio pensado para que las personas pierdan el miedo al ridículo a través de ejercicios y juegos. La premisa es divertirse, relajarse y aprender a reirse de uno mismo.

Pécora reconoce que el taller fue la forma que encontró de escapar de la profunda depresión en la que había caído luego de la crisis del 2001.


Las personas se acercan al taller en busca de su risa perdida. Muchos no ríen por verguenza o simplemente porque creen que es ridículo que un adulto lo haga, y además pierde credibilidad. Sin embargo, una vez que están inmersos en ese espacio de liberación refleccionan sobre todo lo que se están perdiendo y las carcajadas pasan a ser un condimento muy valioso en el día a día.




Video taller en acción

Una vez que los que van al taller perdieron el miedo al ridículo y aprendieron a reirse de si mismos, la consigna es que se reencuentren con su niño interior, aquel que quedó olvidado en el jardín de infantes.



Reirse: CON vs. DE

Liliana hace hincapié en algo esencial: la diferencia que existe entre la risa sana y la dañina. "Reirse del otro es burlarse. Los famosos bloopers es burlarse de alguien al que le ha pasado algo", explica, "reírse con el otro es sinónimo de disfrutar un momento divertido con amigos". Así mismo asegura que las personas que se acercan a su espacio juegan y ríen mucho, pero resalta que ninguno se burla de otro.

En el Taller de la Risa hay que dejarse llevar de la mano por una experimentada guía hacia un mundo mágico de diversión, locura y entretenimiento, donde lo más importante es compartir un buen momento y crecer interiormente.



Francisco Rivarola para risahumorrisa.blogspot.com

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